Holas, les presento a .... (ratatatatatatata) Mi tercer micro cuento público!!!!!! (TADAAAA)
espero lo disfruten
¡Tay advertio güeón!
espero lo disfruten
¡Tay advertio güeón!
Con el corazón saliéndose del pecho y sudando como si hubiese estado corriendo la maratón de los diez kilómetros de Santiago, tratando de sacarse la modorra del cuerpo, acelerando el paso para poder llegar lo más rápido posible pero tratando sin éxito de no botar nada en su camino, ya que más de tres indefinidas cosas terminan esparcidas o deshechas en el suelo, caídas de alguna mesa o quizás apoyadas de antemano en su propio cuerpo, antes de quedar profundamente dormido por tercera ves en esa noche. Al fin, llega donde Josito estaba acostado, que estaba emitiendo un desgarrador llanto proveniente de lo mas profundo de su ser, con la carita hinchada y roja de tanto llorar, y con los ojos…. Esos ojos, envueltos en un velo de terror, que al solo mirarlos te infunden un miedo profundo y desconocido, pero que sin embargo recuerdas como muy lejano, y familiar, y que por un muy pequeño momento te envía devuelta a tu propia niñez.
Mari llegó tres segundos después afirmándose la bata mal puesta con una mano en el pecho y cojeando por lo que había caído poco antes. – Manu, ¿otra ves?, pensé que ya se le había pasado – dijo mientras abrazaba a su pequeño hijo para tratar de tranquilizarlo. – ¿Qué paso mi niño, que te asusta tanto?–. El pequeño Josito decía entre sollozos que no quería que ese hombre volviera, que le asustaba mucho verlo, y que le decía palabras que aun estaban prohibidas a su corta edad, pero que sin embargo entendía perfectamente. – Ya es el tercer año que pasa – le dijo el Manu a la Mari, sabiendo que ella misma también lo tenía presente. Y también sabía que duraría 4 noches más.
–Manu, ten cuidao güeon, este parece que sí esta cagao del mate, parece que habla en serio –, –No te preocupí Fuenzalia’ si a este lo manejo como quiero igual que al otro grupo de la semana pasa’–.
Manu llevaba apenas tres meses como guardia de la moneda, pero ya había tenido experiencia con deudores habitacionales antes. Mientras hablaba se acercaba cautelosamente al hombre que poco antes se había rociado con querosén y que blandía peligrosamente un lindo encendedor metálico, de esos que usan los vaqueros en el cine. –Hablo en serio conchetumadre, si te acercai aunque sea un poquito más, me prendo güeón, y voy a venir a güeiar a tus hijos desde el otro lao todos los años paco culiao, tay advertio güeon, todos los años, ya sabí, tay advertío!.
Aprovechando un pequeño descuido el Manu se lanzó hacia el encendedor, no lo suficientemente rápido, pues el tipo alcanzó a prenderse a si mismo y de paso quemando también al Manu en la cara y las manos.
Cinco días agonizó el hombre que protestaba por la injusticia ciega de los bancos y el gobierno, cinco días que estuvo solo acompañado por los otros miembros de la asociación, ya que su señora y e hijos habían ido a buscar mejor suerte al sur, donde sus familiares.
Cinco semanas la recuperación física del Manu, cinco meses de sesiones psicológicas. Ver morir a un hombre en esas condiciones es impresionante, mas aun cuando piensas que la culpa es tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja la labia: